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El Glaucoma

El Glaucoma, es una enfermedad que causa el deterioro progresivo e irreversible del nervio óptico, estructura encargada de llevar la información visual del ojo al cerebro para que este la traduzca en imágenes.

El principal factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad es el aumento de la presión intraocular  la cual es diferente a la presión arterial. El aumento de la presión intraocular se detecta durante la consulta con el oftalmólogo.

La alta incidencia de esta patología en el mundo entero y el gran número de pacientes en nuestra región, hizo necesaria la adquisición de tecnologías de avanzada para el diagnóstico precoz y seguimiento de los pacientes en riesgo o que padezcan la enfermedad, ya que es una patología crónica e irreversible que si no es tratada a tiempo y adecuadamente puede llevar a la ceguera.

Parte interna del ojo, nervio óptico con glaucoma

¿Cuáles son las causas del glaucoma?

No existe una causa conocida, pero si muchos factores de riesgo predisponentes, entre los que se encuentran:

  • Pacientes con presión intraocular elevada.
  • La edad, mayor de 40 años.
  • Antecedentes familiares de glaucoma.
  • Pacientes que padecen de hipertensión arterial, migraña, diabetes y patologías vasculares en general.
  • Antecedentes de trauma ocular.
  • Personas de raza negra, asiáticas, e hispanos.
  • Antecedentes de uveítis (inflamación ocular).
  • Pacientes bajo tratamiento prolongado con corticoides.
  • Personas hipermétropes (ángulo estrecho).
  • Personas miopes.

Tipos de glaucoma

Glaucoma de ángulo abierto

Es completamente asintomático. Solo se manifiesta cuando ya la enfermedad está muy avanzada y el paciente ha perdido el campo visual periférico, quedando reducido a la área central (visión tubular).

El inicio de la pérdida visual es de forma gradual, progresiva e imperceptible. Solo la revisión oportuna por el oftalmólogo puede llevar al diagnóstico precoz y evitar la limitación visual.

Su tratamiento inicial incluye uso de medicamentos especiales y si no sede, el tratamiento quirúrgico mejorará el drenaje del fluido.

Según el caso, hay opciones de tratamiento con láser.

Glaucoma ángulo cerrado

Es menos común, ocurre cuando hay alteración de la configuración anatómica del ojo. Se puede presentar un bloqueo en el drenaje del humor acuoso, produciendo un aumento rápido de la presión intraocular, ocasionando síntomas, como dolor, ojo rojo, visión borrosa, nauseas y vómito.

Es una urgencia oftalmológica y debe recibir tratamiento inmediato. Exige tratamiento quirúrgico (iridotomía), también el ángulo cerrado puede conducir a un glaucoma crónico.
Son importantes los chequeos periódicos para detectar la progresión de la enfermedad.

Todo lo que necesitas saber sobre el glaucoma

Datos claves sobre el glaucoma

 

El glaucoma es una de las causas principales de ceguera irreversible.

El glaucoma puede provocar ceguera si no recibe tratamiento. Por desgracia, aproximadamente el 10 % de las personas con glaucoma que reciben tratamiento adecuado experimentan, de todos modos, pérdida de la visión.

No existe cura (todavía) para el glaucoma

El glaucoma no tiene cura, y no es posible recuperar la visión perdida. Con medicación y/o cirugía, es posible detener la pérdida adicional de la visión.

Debido a que el glaucoma es una afección crónica, y es necesario controlarlo de por vida. El diagnóstico es el primer paso para conservar su visión.

Todos corren el riesgo de desarrollar glaucoma.

Todos corren el riesgo de desarrollar glaucoma, desde bebés hasta individuos de edad avanzada. Las personas de edad avanzada presentan un mayor riesgo de desarrollar glaucoma, pero los bebés pueden nacer con esta enfermedad.

Los adultos jóvenes también pueden tener glaucoma. Los afroamericanos son particularmente susceptibles a padecerlo a temprana edad.

Es posible que no haya ningún síntoma de advertencia

En el caso del glaucoma de ángulo abierto, es decir, la forma más frecuente, prácticamente no existen síntomas. Generalmente, no se asocia ningún tipo de dolor al aumento de la presión ocular. La pérdida de la visión comienza con la visión periférica o lateral. Es posible que, de manera inconsciente, compense esta pérdida moviendo la cabeza hacia los lados, y podría no advertir nada hasta que la pérdida de la visión sea significativa. La mejor manera de proteger su visión del glaucoma es sometiéndose a examen oftalmológico. Si tiene glaucoma, puede comenzar el tratamiento de inmediato.

¿Cuáles son los factores de riesgo del glaucoma?

Estas personas en más alto riesgo de Glaucoma deben hacerse un examen oftalmológico completo, incluyendo la dilatación de los ojos, cada uno o dos años o según recomendación dada por el medico oftalmólogo.

Los siguientes son los grupos con mayor riesgo de desarrollar Glaucoma:

Afroamericanos

Los hispanos en grupos de mayor edad

Los usuarios de esteroides

La lesión en el ojo puede causar Glaucoma secundario de ángulo abierto. Este tipo de Glaucoma puede ocurrir inmediatamente después de la lesión o años después.

Las heridas cerradas o moretones en el ojo (llamado traumatismo cerrado), o lesiones que penetran en el ojo pueden dañar el sistema de drenaje del ojo, dando lugar a Glaucoma traumático.

La causa más común son las lesiones relacionadas con deportes como el beisbol o el boxeo, paintball, squash o todos aquellos que tengan algún riesgo de sufrir lesiones en los ojos.

Otros factores de riesgo.

• Alta miopía (visión corta).

• Hipertensión.

• Espesor corneal central a menos de 0,5 mm.

• Mujeres con hipermetropía.

• Personas con presión alta en los ojos.

¿Cuándo debo examinarme si podria tener glaucoma?

Antes de los 40 años de edad, cada dos a cuatro años.

De los 40 a los 54 años, cada uno a tres años.

Entre los 55 a 64 años, cada uno a dos años.

Después de los 65 años, cada seis a 12 meses.

Cualquier persona con factores de alto riesgo debería ser examinado cada año o dos después de los 35 años de edad.

¿Que tratamientos existen para el glaucoma?

El glaucoma puede ser tratado efectivamente con gotas para los ojos, píldoras, procedimientos con láser, cirugía convencional o una combinación de estos métodos.

Usualmente el médico seguirá esquema de menos invasivo a más invasivo.

El objetivo de cualquier tratamiento del glaucoma es prevenir la pérdida de la visión ya que ésta es irreversible.

La buena noticia es que el glaucoma se puede controlar si se detecta a tiempo y que con el tratamiento médico y/o quirúrgico, la gran mayoría de las personas con glaucoma no perderán nunca su visión.

Aplicar los medicamentos regularmente, según lo previsto, es crucial para prevenir el daño que amenaza la visión.

Debemos encontrar la motivación, no en el miedo sino en el deseo de cuidar tus ojos y debes crear confianza en tu medico quien te estará apoyando y ayudando con la aparición de efectos secundarios, que usualmente son leves.

¿El glaucoma se puede operar?

Cuando los medicamentos no logran los resultados deseados, o los efectos secundarios son intolerables, su oftalmólogo puede sugerir la cirugía.

Trabeculoplastia con láser de argón (ALT).

El láser trata la malla trabecular del ojo, lo que aumenta el flujo de salida de drenaje, reduciendo la presión intraocular. En muchos casos, los medicamentos siguen siendo necesarios. Por lo general, la mitad de la malla trabecular se trata en primer lugar. Si es necesario, la otra mitad puede ser tratada como un procedimiento separado. Este método disminuye el riesgo de aumento de la presión después de la cirugía.

Con la trabeculoplastia con láser de argón se ha logrado disminuir la presión ocular hasta en un 75 por ciento de los pacientes tratados.

Trabeculoplastia con láser selectivo (SLT)

El SLT (por sus siglas en inglés), se basa en la aplicación de nano pulso (3nS) de luz láser de baja energía (0.8mJ promedio) que hacen su efecto en forma selectiva a las células pigmentadas de la malla trabecular (zona del ojo que “filtra” el humor acuoso). Como respuesta a este tratamiento, se produce una “remodelación o limpieza” fisiológica de las estructuras disfuncionales, la cual mejora la capacidad de drenaje del ojo, reduciendo la presión intraocular.

Ninguna de las estructuras tratadas sufre daño o quemadura alguna, por lo que puede ser repetido en el futuro, cuando se pierda la eficacia del primer tratamiento. Es una modalidad muy segura y eficaz para casos de glaucomas en fase inicial, intermedia o, avanzada, cuando hay intolerancia o efectos secundarios causados por el tratamiento médico crónico.

El procedimiento no genera incapacidad y no es necesario parchar el ojo.

Iridotomía periférica con láser (LPI) para el glaucoma de ángulo cerrado.

Este procedimiento se utiliza para hacer una micro abertura a través del iris, permitiendo que el líquido acuoso fluya a través del iris directamente a la cámara anterior del ojo. Esto permite un cierre de agudo de la estructura de drenaje del humor acuoso.

La Iridotomía Periférica con Láser, es el método preferido para el tratamiento del glaucoma de ángulo cerrado que tiene algún grado de bloqueo pupilar.

Este láser es el más utilizado para el tratamiento de un ángulo anatómicamente estrecho para prevenir los ataques agudos de glaucoma

Cicloablación Láser.

Esta modalidad de tratamiento esta generalmente reservada para uso en los ojos que, o bien tienen una PIO permanece elevada después de otros tratamientos, como la cirugía de filtración (Trabeculectomía, implantes de válvulas, etc), ojos ciegos dolorosos, o aquellos en los que la cirugía de filtración no es posible o conveniente debido a la forma y otras características de los ojos.

La Ciclofotocoagulación transescleral utiliza un láser para dirigir la energía a través de la esclerótica (capa externa del ojo, color blanco) para alcanzar los procesos ciliares (estructuras que producen el humor acuoso), sin causar daño a los tejidos que recubren. Con Ciclofotocoagulación endoscópica (ECP), el instrumento se coloca dentro del ojo a través de una incisión quirúrgica, por lo que la energía del láser se aplica directamente sobre el tejido del cuerpo ciliar bajo visión directa. Ambos pretenden reducir la presión intraocular, pero no van a mejorar la visión del paciente.

Trabeculectomía.

Cuando los medicamentos y terapias con láser no bajan la presión de forma suficiente del ojo, o si los niveles de presión son demasiado altos y constituyen un riesgo de empeoramiento del daño del nervio óptico el especialista puede recomendar la Trabeculectomía o cirugía filtrante. En este procedimiento, el cirujano crea una vía de drenaje del humor acuoso (líquido al interior del ojo) hacia el espacio subconjuntival y así reducir la presión intraocular.

Se formará una «ampolla” de filtración en la parte superior de su ojo que actúa como reservorio del humor acuoso, mientras es reabsorbido por los vasos sanguíneos de la conjuntiva. En ocasiones, el agujero de drenaje creado quirúrgicamente comienza a cerrarse y la PIO se eleva otra vez.

Esto sucede porque el cuerpo trata de curar a la nueva apertura, como si se tratara de una lesión. Por esta razón, muchos cirujanos realizan la Trabeculectomía aplicando un medicamento anti-fibrótico que se coloca en el ojo durante la cirugía y reduce la cicatrización.

Previniendo así el cierre temprano de la fístula (que es como se conoce el orificio de filtración) La Trabeculectomía es generalmente un procedimiento ambulatorio. El número de visitas postoperatorias al médico varía, y algunas actividades, como conducir, leer, doblarse y levantar objetos pesados debe ser limitada por dos a cuatro semanas después de la cirugía.

Cirugía de implantes de drenaje (válvulas).

Varios dispositivos han sido desarrollados para ayudar al drenaje del humor acuoso de la cámara anterior y disminuir la PIO.

Todos estos dispositivos de drenaje comparten un diseño similar, que consiste en un pequeño tubo de silicona que se inserta en la cámara anterior del ojo. El tubo está conectado a una o más placas, algunas de ellas con mecanismo de válvula, que se ancla a la Esclerótica del ojo, en el espacio por debajo del párpado superior. El líquido se recoge en el plato y luego absorbida por los tejidos del ojo.

Este tipo de cirugía está pensada para reducir la Presión en pacientes cuya presión intraocular no se puede controlar con la cirugía tradicional o que tienen cicatrices por cirugías previas y algunos tipos específicos de glaucoma.

La cirugía no penetrante.

La esclerectomía profunda no penetrante, es un tipo de cirugía que no entra en la cámara anterior del ojo, es una alternativa en la reducción de las complicaciones postoperatorias y la disminución del riesgo de infección. Sin embargo, esta cirugía requiere a menudo una mayor experiencia por parte del cirujano y por lo general no reduce la PIO tanto como la Trabeculectomía.

Por otra parte, estudios a largo plazo son necesarios para evaluar estos procedimientos y para determinar su papel en el manejo clínico de los pacientes con glaucoma.

MIGS (Cirugía de Glaucoma Mínimamente Invasiva).

Son la alternativa mas novedosa para el tratamiento quirúrgico de Glaucoma con daño leve o moderado. Como su nombre lo indica, a través de una incisión mas pequeña y utilizando instrumental especial, se pueden crear vías de drenaje del humor acuoso, reduciendo la presión intraocular. En comparación con la Trabeculectomía y el implante de dispositivos de drenaje, reducen menos la presión. Sin embargo, en casos de glaucoma en etapas iniciales, y combinados con la cirugía de cataratas, pueden lograr reducciones de presión suficientes para prescindir por un tiempo de las gotas para Glaucoma.

Nuestros especialistas en Glaucoma

Si tienes más dudas o preguntas escríbenos para resolver todas tus dudas en la Clínica Carriazo encuentras la tecnología, la calidez y la calidad para hacer de tu procedimiento una experiencia increíble.

DRA. ADRIANA QUINTERO FADUL OFTALMÓLOGA, ESPECIALISTA EN GLAUCOMA

Dra. Adriana Quintero Fadul

Oftalmóloga, Especialista en Glaucoma

Egresada del Hospital Militar de Bogotá, especialista en glaucoma, miembro de la sociedad de oftalmología, la academia americana de oftalmología y la asociación grupo colombiano de trabajo sobre glaucoma. Miembro del staff médico de la Clínica Carriazo.

DRA. CARMEN ARTETA GRANADOS OFTALMÓLOGA, ESPECIALISTA EN GLAUCOMA

Dra. Carmen Arteta Granados

Oftalmóloga, Especialista en Glaucoma

Egresada de la Universidad del Norte de Barranquilla, especialista en oftalmología, supra especialista en Glaucoma.

Miembro del staff médico de la Clínica Carriazo con más de 10 años de experiencia.

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