Respeto a la vida y a la dignidad humana: La coherencia entre el pensar, el sentir, y el hacer como base de la integridad personal, debe ser regla permanente de conducta en todos los funcionarios de la organización; considerando sin excepción alguna su dignidad humana, sus derechos y sus libertades que le son inherentes, siempre con trato amable y tolerante.

Responsabilidad: El personal se caracteriza por ser conocedor de sus actividades.

Ética: La institución tiene como norte y motivación la voluntad de servir a la gente, con base en una conducta absolutamente honesta y transparente.

Calidad: El personal de la institución se caracteriza por mantener un estilo cotidiano de trabajo, distinguido por el profesionalismo y la orientación hacia el cumplimiento de los requerimientos planteados.